viernes, 15 de noviembre de 2013

Nace Mayfeelings TV. Primer capítulo: la monja que hacía esgrima



La red social mayfeelings lanza una nueva iniciativa: Mayfeelings tv. Su presentadora será María Vallejo Nájera, y el objetivo «acercar a la sociedad historias de personas que han encontrado la felicidad de la mano de Dios y cómo les ha cambiado su vida este encuentro»

La red social Mayfeelings estrena Mayfeelings TV una nueva iniciativa en la que presentarán diferentes testimonios de personas que cuentan cómo era su vida antes y después de encontrarse con Dios.
La escritora María Vallejo Nájera, madrina de la red social, será la encargada de presentar los vídeos que están siendo grabados por toda España. María dialogará con los protagonistas, que irán contando su vida marcada por la presencia de Dios.
Esta nueva iniciativa pretende «acercar a la sociedad historias de personas que han encontrado la felicidad de la mano de Dios y cómo les ha cambiado su vida este encuentro», aseguran desde Mayfeelings. El objetivo, añaden, es darse cuenta «de cómo la vida es mejor si estamos cerca de Dios».
En el primer capítulo, Mayfeelings TV presenta a Sor María Leticia, monja del Convento de las Madres Dominicas de Lerma (Burgos), que dejó su exitosa carrera deportiva practicando esgrima para convertirse en el espadachín de Dios. Sor María, tras muchos éxitos deportivos a nivel regional y nacional, fue llamada para participar en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 como integrante del equipo olímpico español. Rechazó su participación para realizar una experiencia con un grupo de monjas de clausura.
Además de su carrera deportiva, Sor María, antes de entrar en el convento, había coqueteado con las fiestas, las discotecas, el alcohol y los chicos. No fue ahí donde encontró la felicidad, sino al entrar en una iglesia, donde se sintió feliz y en paz. «Yo entré y sentí que algo vivía, que había alguien, que era real […] La presencia que yo sentí en aquella eucaristía fue fortísima, no se me olvidó, me marcó». Fue en ese momento cuando Sor María supo que tenía que tomar una decisión: o la esgrima o Dios.

Polémica en España por un libro que habla de los problemas matrimoniales sin tapujos




Nadie quiere a la mujer inferior al hombre ni encerrada en casa
«Sólo en un país extremadamente ideologizado puede suceder que un periodista de una agencia nacional realice una noticia sobre un libro sabiendo de él únicamente el título», escribe en Aleteia Feliciana Merino, directora del centro de estudios para la mujer Maryam y miembro del consejo de la editorial Nuevo Inicio, que ha editado Cásate y sé sumisa. Experiencia radical para mujeres sin miedo, de Costanza Miriano, un libro que, en Italia, «ha sido celebrado hasta el punto de ser uno de los grandes éxitos del último año. ¿Por qué? -se pregunta- ¿Anhelan las italianas quedar recluidas en los fogones esperando al marido con el brandy bien dispuesto en la mano, para servírselo presurosas? Ya supondrán que no. Lo que sucede es que es un libro interesante, se esté de acuerdo o no con él en todo o en parte. Lo que no han hecho es juzgarlo por un título que, todo sea dicho de paso, está, como todo el volumen, lleno de ironía y sentido del humor»
Después de 5 días de polémica respecto al libro «Cásate y sé sumisa», que en Italia ha vendido más de 50.000 ejemplares, y con cientos de entradas sobre el libro en "Google Noticias" en español, esta redacción de ReL ha encontrado sólo un periodista que haya leído y analizado el libro antes de escribir sobre él: se trata de Miguel A. Ortega Lucas, de ElDiario.es (sección Andalucía). 

Seguramente hay alguno más que haya realizado esta inusual práctica, pero es difícil encontrarlo entre mil comunicados histéricos de entidades que no pasan de haber leído el título.

El trabajo de este periodista destaca por explicar el texto, el contexto y aportar un análisis, personal, por supuesto, pero profesionalmente equilibrado y que responde a la pregunta del lector: "¿qué tipo de libro es este, de qué trata, me podría interesar leerlo?" 

Lo titula: 7 claves sobre "Cásate y sé sumisa": entre el Antiguo Testamento y la Superpop.
Y esto es lo que cuenta:

»“Qué viene después del beso final? ¿Después del THE END? ¡Sería estupendo que los guionistas dijeran algo! ¿Son felices? ¿Cuántos hijos tienen? ¿Alguna sabe que se puede ser feliz incluso con su marido?...”, puede leerse en la contraportada del volumen Cásate y sé sumisa. Experiencia radical para mujeres sin miedo. Un libro que arrasa en Italia desde 2011; que ha sido publicado este año en España por la editorial católica Nuevo Inicio, y que ha producido ahora el frenesí mediático por su nombre: un título a quemarropa, nada sutil, y por eso mismo llamativo y comercial como el que más. (Que de eso se trata tantas veces, a la postre: de que se hable del producto lo máximo posible para venderlo en consecuentes cantidades; y una polémica es un inmejorable y gratuito altavoz).

»Sposati e sii sottomessa salió al mercado transalpino en febrero de 2011 y va ya por la décimosexta edición en ese país. Por su “interés” y concordancia con los preceptos cristianos, según el Arzobispado de Granada, la casa editora Nuevo Inicio (una “iniciativa del Arzobispo y de unos fieles de la Archidiócesis”) lo tradujo y llevó a las librerías en julio de 2013 [la edición italiana cuesta 12 euros; la de aquí, 19,60]. 

»Aunque no ha sido hasta ahora cuando media España ha sabido de su existencia. Carmen, una granadina de mediana edad y con ciertos vínculos eclesiásticos, dice haberlo leído el pasado verano, con balance positivo: “Es un libro muy ameno, un alegato por el amor”, opina; “a mí me gustó, y soy una mujer trabajadora, con familia a cargo y absolutamente nada sumisa”.

«El mío sería el primer libro censurado en España desde Franco», protesta Costanza Miriano

»¿Qué es, realmente, Cásate y sé sumisa, más allá de su afortunado título para armar escándalo?

»1. Su autora es católica, sí; aunque el libro se escurre de esa simple etiqueta.Costanza Miriano (43 años) es periodista y trabaja en los informativos de la cadena estatal italiana RAI-3. Está casada y tiene cuatro hijos, dos niños y dos niñas. Se declara católica convencida, “y por tanto –puede leerse en la contraportada– casi siempre está de buen humor”. [Al menos, nos ha atendido cordialmente vía e-mail, dándonos las gracias por “tomarnos las molestias de leer su libro más allá de la portada”]. 

»Miriano dice haberse inspirado para el título en la supuesta advertencia de san Pablo a los Efesios: “Esposas, estad sujetas a vuestros maridos”. Y que la idea de escribirlo surgió de cierta crisis prematrimonial de una amiga suya, Monica, a quien intentó convencer sin ambajes para que diera el sí, quiero, presa de su “vocación de predicadora”. 

»El libro se divide en trece apartados, o cartas, introducción aparte; dirigidas, no a los Efesios, sino tanto a amigas como a amigos suyos. A Monica concretamente –la carta que abre el libro– le aconseja, efectivamente, que “sólo hay una manera de limar las aristas” de la convivencia en el matrimonio: “Tendrás que aprender a ser sumisa. O sea, a ponerte debajo, porque tú serás la base de vuestra familia. Quien sostiene el mundo es el que está debajo, no el que se pone por encima de los demás”. Un llamamiento a la humildad y la servidumbre cuya causa profunda explica a continuación: “ Sólo podrás hacerlo tú, porque,entre Dominico y vuestros hijos, serás la única mujer adulta”. “No podrás dirigirlo todo. Aun cuando apostarías diez a uno a que tú eres la que lleva razón.” (...) “Te llamas Monica, como una de las primeras mujeres santas que esperó con paciencia, durante años, a que marido e hijo acabaran comprendiendo”...

2. ...Porque los hombres (todos) son un pelín idiotas, según la autora. O al menos todos los italianos. O al menos todos los hombres que Miriano ha tenido el gusto de tratar: “... porque ya se sabe que nada atrae más a un hombre que un ‘no’, o que un teléfono que comunica, o que una puerta cerrada”, confía también a su amiga Monica. Páginas antes, en el prólogo, escribe: “... si los hombres se encargaran de la vida social de la familia, iríamos por las calles del barrio sin saludar ni a una sola alma, pues cada vez que cruzamos dos palabras con el vecino, con las pediatras o con la catequista, ese oso que va junto a nosotras nos pregunta: ‘pero, ¿quién era? (...) Sólo nosotras sabemos encontrar palabras, y traducir...” De modo que “los hombres”, como colectivo uniforme y unimorfo, tampoco salen muy bien parados.



3. Está escrito con gracia, sin embargo: una de las virtudes, el sentido del humor, que quizá haga que el lector pueda pasar de puntillas sobre los tópicos esparcidos a diestro y siniestro. Tanto para “los hombres” como para “las mujeres” no ahorra Mirino su amplia munición de ironías y críticas soterradas: “En cuanto a mi marido –dice– es un hombre inteligente, y aprendió muy pronto a responderme: ‘ajá’ o ‘¿de verdad?’, casi siempre con el tono correcto, lo cual le permite simular que conversa conmigo haciendo un esfuerzo mínimo”. …

»Pero también: “Estas santas palabras podrían dar una imagen de mí quizás demasiado benévola, de mujer laboriosa, virtuosa y prudente. (…) De un ángel del hogar que nunca preferiría, en lugar de cocinar, ponerse a leer cualquier cosa”.

4. Irónicamente, tampoco se corta a la hora de vindicar la conciliación entre lo familiar y lo laboral, los derechos de las mujeres que desean ser madres sin tener que renunciar a su puesto de trabajo. Partiendo de sus convicciones cristianas se acaba alineando con quienes cuestionan el sistema capitalista al afirmar: “Estamos preocupadas, y mucho, por la hostilidad que muestra el mundo del trabajo en relación con los hijos, porque sólo si los ingresas en un orfanato puedes aspirar a estar casi al mismo nivel que las colegas que no los tienen, además de que no debes hablar demasiado de ellos en la oficina”. (…) 

»“Siempre es ella, La Madre Decente que yo debería ser, la que me obliga a sonreír empalagosamente cuando me levanto después de haber trabajado de noche y, con cuatro horas de sueño en el cuerpo, tengo que dirimir una discusión suspendida la tarde anterior, mientras intento acordarme de cuál de las dos lentillas es la derecha”.

5. Busca guerra. Sobre todo, contra algunas posturas feministas. En torno al tema de la maternidad, por ejemplo, sentenciando: “El instinto maternal es una fuerza poderosa, algo que cierto feminismo se ha empeñado en negar; y al que diga que no existe ningún instinto natural, que se trata de un condicionamiento cultural, le bastaría pasarse por una guardería”. O como cuando insinúa que la mujer que no quiere tener hijos es porque evita a toda costa “el momento de zambullirse valientemente en la vida”. 

6. No es una fanática, ni tiene un pelo de tonta, la autora (aunque pueda a veces parecerlo). El libro encierra un potaje ideológico, con ingredientes bien calculados y apto para un público amplio, en el que lo mismo argumenta sesudamente sus tesis como abomina del aborto y de los programas de fertilidad o proclama su anhelo de tener como entrenador personal a Pep Guardiola (“y no es que yo lo prefiera porque sea guapísimo, no, por supuesto…”).

»En la carta a su amigo Marco, tampoco tiene problema en informarle: “Pero tú eres un amigo de verdad, de ese tipo cálido y confortable que no puedes dejar de echar en falta, como aquel compañero gordo del instituto al que le confiábamos terribles penas de amor”.

7. Es probablemente ese tono, a medio camino entre el Antiguo Testamento y la Superpop, el que haya producido el bombazo editorial de Cásate y sé sumisa, con más de 50.000 ejemplares vendidos en Italia (una cifra nada desdeñable para los tiempos que corren). Eso, sumado al hecho de que Miriano es una persona bien conocida en Italia. Y a que los caminos del éxito editorial también son inescrutables.

jueves, 14 de noviembre de 2013

El espíritu de la curiosidad nos aleja de la sabiduría y de la paz de Dios, dice el Papa


2013-11-14 Radio Vaticana
Esto es caminar en la vida con este Espíritu: el Espíritu de Dios, que nos ayuda a juzgar, a tomar decisiones según el corazón de Dios. Y este Espíritu nos da paz. ¡Siempre! Es el Espíritu de paz, el Espíritu de amor, el Espíritu de fraternidad. Y la santidad es precisamente esto. Lo que Dios pide a Abraham - “Camina en mi presencia y sé irreprensible” – es esto: esta paz. Ir bajo la moción del Espíritu de Dios y de esta sabiduría. Y aquel hombre y aquella mujer que caminan así, se puede decir que son un hombre y una mujer sabios. Un hombre sabio y una mujer sabia, porque se mueven bajo la moción de la paciencia de Dios.
Pero en el Evangelio – subrayó el Papa – “nos encontramos ante otro espíritu, contrario a este de la sabiduría de Dios: el espíritu de la curiosidad”:
Y cuando nosotros queremos adueñarnos de los proyectos de Dios, del futuro, de las cosas conocer todo, tomar todo en nuestra mano… Los fariseos preguntaron a Jesús: “¿Cuándo vendrá el Reino de Dios?”. ¡Curiosos! Querían conocer la fecha, el día… El espíritu de la curiosidad nos aleja del Espíritu de la sabiduría, porque sólo interesan los detalles, las noticias, las pequeñas noticias de cada día. ¿O cómo se hará esto? ¡Es el cómo: es el espíritu del cómo! Y el espíritu de la curiosidad no es un buen espíritu: es el espíritu de la dispersión, del alejarse de Dios, el espíritu de hablar demasiado. Y Jesús también viene a decirnos una cosa interesante: este espíritu de curiosidad, que es mundano, nos lleva a la confusión.
La curiosidad – prosiguió el Pontífice – nos impulsa a querer sentir que el Señor está acá o allá; o nos hace decir: “Pero yo conozco a un vidente, a una vidente, que recibe cartas de la Virgen, mensajes de la Virgen”. Y el Papa comentó: “Pero, mire, ¡la Virgen es Madre! Y nos ama a todos nosotros. Pero no es un jefe de la oficina de Correos, para enviar mensajes todos los días”. “Estas novedades – afirmó el Papa – alejan del Evangelio, alejan del Espíritu Santo, alejan de la paz y de la sabiduría, de la gloria de Dios, de la belleza de Dios”. Porque “Jesús dice que el Reino de Dios no viene para atraer la atención: viene en la sabiduría”. “¡El Reino de Dios está en medio de ustedes!”, dice Jesús: es “esta acción del Espíritu Santo la que nos da la sabiduría, la que nos da la paz. El Reino de Dios no viene en la confusión, así como Dios no habló al profeta Elías en el viento, en la tormenta” sino que “habló en la brisa suave, la brisa de la sabiduría”:
Así Santa Teresina - Santa Teresa del Niño Jesús - decía que ella debía detenerse siempre ante el espíritu de la curiosidad. Cuando hablaba con otra hermana y esta religiosa relataba una historia, algo de la familia, de la gente, algunas veces pasaba a otro argumento y ella tenía ganas de conocer el final de esta historia. Pero sentía que aquello no era el espíritu de Dios, porque era un espíritu de dispersión, de curiosidad. El Reino de Dios está en medio de nosotros: no buscar cosas extrañas, no buscar novedades con esta curiosidad mundana. Dejemos que el Espíritu nos lleve adelante, con esa sabiduría que es una brisa suave. Éste es el Espíritu del Reino de Dios, del que habla Jesús. Así sea.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

¡Siempre en favor de la vida, nunca de la muerte! Apremiante llamamiento del Papa por Siria y Filipinas

2013-11-13 Radio Vaticana
(RV).- (se actualizó con audio)  Con su profundo pesar por la cruel violencia de los atentados perpetrados en la capital siria contra niños indefensos y por la calamidad natural que asoló Filipinas, el Papa Francisco pidió oraciones para que nunca más ocurran semejantes tragedias, como la de Damasco y para que se multiplique la ayuda humanitaria en favor de los filipinos. Éste fue el llamamiento del Obispo de Roma, ante miles de fieles de tantas partes del mundo que acudieron a la audiencia general:

«He recibido con gran dolor la noticia de que hace dos días, en Damasco, golpes de mortero han matado a algunos niños que volvían del colegio y al conductor del autobús. Otros niños resultaron heridos. ¡Recemos para que estas tragedias no sucedan! En estos días estamos rezando y aunando esfuerzos para ayudar a nuestros hermanos y hermanas en Filipinas, golpeados por el tifón. ¡Éstas son las verdaderas batallas por las que hay que luchar: ¡por la vida! ¡Nunca por la muerte!».

domingo, 10 de noviembre de 2013

padre yermo

Una mirada sobre José María de Yermo Y Parres

“Puebla, maravillosa tierra de los Ángeles, tuvo el honor de acoger en su seno en los mejores años de su vida a José María de Yermo y Parres, hombre de Dios, que consagró su vida al servicio y educación de sus hermanos desposeídos y marginados.
José María de Yermo vino al mundo en una época ciertamente difícil para México, su vida se desenvuelve entre 1851 y 1904. El 10 de noviembre llegó al mundo entre las bellezas naturales de la Hacienda de Jalmolonga en el Estado de México, hacienda que era propiedad de los Yermo. José María nace de un matrimonio cristiano cuyas familias hunden sus raíces en las montañas de Burgos en España. En el siglo XVIII emigran a México los primeros Yermo, Su madre Doña Josefa Parres y su padre el Licenciado Don Manuel de Yermo y Soviñas. Aunque quedó huérfano de madre a los cincuenta días de su nacimiento fue no obstante educado con la ternura y la firmeza que caracterizaban a la familia.
José María aprendió de su tía Carmen, de su padre, de su abuela y de su nana, lo que es vivir en cristiano, sin fanatismos y comprometidos. Fue en el seno de la familia donde se gestaron esos dos grandes amores que abrigaría su corazón por toda la vida: un serio amor a Dios y un amor servicial a los pobres.
Su primera educación académica la recibió de maestros particulares y más tarde en escuelas privadas. En el año de 1864 recibió de manos del emperador Maximiliano una medalla de honor al mérito por haber sobresalido como alumno distinguido. Fue en sus primeros años de estudio en la escuela, donde nació su amistad con Juan de Dios Peza, quien llegó a ser un distinguido poeta mexicano; esta amistad se afianzó y duró toda la vida; cuando murió José María, Peza escribió: "Fuimos amigos íntimos desde los 12 años de edad, 40 más o menos de trato fraternal, sin una sola interrupción nunca".
Muy pronto, José María se dio cuenta de que deseaba consagrar su vida a Dios en el sacerdocio. Llegar a su ideal no le costó poco, ya que las circunstancias inestables que vivía la sociedad, repercutieron en su espíritu y tras una juventud llena de luchas, crisis e inseguridades, por fin aterrizó en el Seminario de León Guanajuato y ahí en 1879 se ordenó sacerdote. Al entonces obispo de esa ciudad, el ilustre Sr. Díez de Sollano y para quienes le rodeaban no pasaron desapercibidas las extraordinarias dotes de José María, por lo cual le dieron altos nombramientos y cargos, que auguraban al joven sacerdote un camino ascendente en su carrera eclesiástica. Pero Yermo tenía otras dotes muy superiores a lo que se veía a simple vista, esas dotes ocultas, que sólo van descubriéndose con la gracia de Dios y que son dones especiales para una misión determinada. Muchas veces para descubrir estos dones, Dios permite que el sujeto en cuestión pase por etapas duras y sufrimientos crueles. Así pasó con José María. Cuando vino la muerte del Señor Díez de Sollano y hubo cambio de obispo en ese lugar, José María no cayó muy en gracia al nuevo prelado, pero Dios se valió de eso para descubrirle su verdadero camino. El nuevo obispo le nombró capellán en dos barrios marginales. Yermo no duda en admitir que aquel nombramiento hirió su orgullo. No obstante aceptó y comenzó a trabajar a pesar de su dolorido corazón.

padre yermo

Un buen día al cruzar el río que se encontraba de paso a "El Calvario" que era una de sus capellanías, se encontró con unos puercos que estaban devorando a dos pequeñuelos recién nacidos. Aquel golpe, dada su fina sensibilidad, fue definitivo. No tardó en convertir la construcción iniciada a un lado del templo del Calvario en su primer asilo, en su primera obra de beneficencia.
El 13 de diciembre de 1885 quedó fundada aquella obra que a otro día se convirtió en centro de enseñanza naciendo así la primera escuela del Padre Yermo. Fue ese asilo la Casa Madre de otras muchas obras que el mismo Padre Yermo inició y que han continuado expandiéndose aún mucho después de su muerte, con la Congregación religiosa de "Siervas del Sagrado Corazón de Jesús y de los Pobres" que como él dice se fue formando en sus manos sin pretensión de su parte: "aquel grano de mostaza, que no sé cómo vino a mis manos, nació y creció, y hoy alberga entre sus ramas a un gran número de pobres".
Su meta fue la evangelización y promoción del pobre y sobre todo de la mujer. Sabía que una mujer bien formada, es la base para una sociedad más justa y cristiana. No descuidó sin embargo la atención y solicitud a otros sectores de la sociedad desprotegida. Ya en 1888 las Hermanas se hicieron cargo del Asilo Particular de Caridad para ancianos en la ciudad de Puebla, asilo que perdura hasta nuestros días.
En ese mismo año cuando ya estaba a punto de trasladarse con su obra a Puebla, azotó a la ciudad de León, una terrible inundación de esas que llegan de vez en cuando sobre las bellas tierras del bajío. La presencia del Padre Yermo fue notoria en auxiliar a la gente, baste citar lo que dijo un periódico: "anoche en medio de la tempestad y con el agua a la cintura, el señor presbítero Yermo, acudía a todas partes en donde había peligro. Parecía multiplicarse. Hizo levantar un bordo cerca de la Garita y después de titánicos esfuerzos, él y los que arrastrados por su ejemplo ayudaban, tuvieron que abandonar la empresa... " Fue sobre todo esta hazaña en la que dio prueba de inmenso amor y valentía y las acciones que le siguieron en favor de los damnificados, lo que hizo que el entonces Gobernador del Estado de Guanajuato, General Manuel González, le elogiara con el título de "GIGANTE DE LA CARIDAD". Aunque alguien ha dicho después de su muerte, que el Padre Yermo fue un Gigante en todos los aspectos de su vida.
El Padre Yermo se percató de que Puebla era la ciudad elegida para asentar la sede de su naciente Congregación. En esta ciudad fundó la gran obra de la "Misericordia Cristiana" para la regeneración de la mujer caída en prostitución. En esa casa que adquirió con mil sacrificios, construyó además, escuelas, talleres y departamentos para niñas huérfanas. Todo lo lograba por su gran confianza en Dios, y su forma noble, sencilla y convincente de hacerse ayudar de la sociedad poblana.

padre yermo

No era Puebla, el fin de sus empresas, y después de varias obras de beneficencia en este Estado, para 1890 su obra alcanza los límites de la patria y funda una escuela en Mérida, Yucatán. En 1904, año de su muerte, dejó fundada la primera escuela entre los indígenas de la Sierra Tarahumara, en el Estado de Chihuahua; ahí llevó a las Siervas, para que en colaboración con los Jesuitas, promovieran al rarámuri, llegando a decir que esa era lo obra más preciada para él, pues siempre mostró un ardiente deseo de llevar a las Hermanas a trabajar en esos lugares; en su oración decía al Señor: "Si este ardiente deseo de misión entre infieles me lo inspiras Tú, fecúndalo y señálame el camino."
Contento al ver la mano de Dios en todo cuanto emprendía, pero con los grandes sufrimientos a que tuvo que hacer frente durante toda su vida, ya que no le faltaron malos entendidos incluso con sus obispos, penas y enfermedades de todo género, vio llegar el ocaso de su vida envuelto en una terrible calumnia que acabó por minar su salud de por sí siempre débil, y en la mañana del 20 de septiembre de 1904, murió con la muerte de los justos, de los hombres grandes, en medio de una gran alegría porque sabía que se iba con su Señor, el fiel amigo que nunca le falló; por eso al morir pidió le cantaran un canto a María la Estrella de los Mares, quien le hizo arribar al puerto de la eternidad.
José María de Yermo y Parres, nunca se fue, su presencia continúa en una obra que ha trascendido el tiempo y el espacio. 1