miércoles, 24 de marzo de 2010

Reflexión de una joven del Evangélio Juán 8, 31-42



Evangelio del Miércoles 24 de Marzo 2010
Juán 8, 31-42

Jesús dijo a aquellos judíos que habían creído en él: "Si ustedes permanecen fieles a mi palabra, serán verdaderamente mis discípulos: conocerán la verdad y la verdad los hará libres". Ellos le respondieron: "Somos descendientes de Abraham y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo puedes decir entonces: 'Ustedes serán libres'?". Jesús les respondió: "Les aseguro que todo el que peca es esclavo del pecado. El esclavo no permanece para siempre en la casa; el hijo, en cambio, permanece para siempre. Por eso, si el Hijo los libera, ustedes serán realmente libres.
Yo sé que ustedes son descendientes de Abraham, pero tratan de matarme porque mi palabra no penetra en ustedes. Yo digo lo que he visto junto a mi Padre, y ustedes hacen lo que han aprendido de su padre". Ellos le replicaron: "Nuestro padre es Abraham". Y Jesús les dijo: "Si ustedes fueran hijos de Abraham obrarían como él. Pero ahora quieren matarme a mí, al hombre que les dice la verdad que ha oído de Dios. Abraham no hizo eso. Pero ustedes obran como su padre". Ellos le dijeron: "Nosotros no hemos nacido de la prostitución; tenemos un solo Padre, que es Dios". Jesús prosiguió: "Si Dios fuera su Padre, ustedes me amarían, porque yo he salido de Dios y vengo de él. No he venido por mí mismo, sino que él me envió.

Reflexión:
Vamos por la vida diciendo con los labios que creemos en Dios; algunos servimos a nuestra Iglesia en algún apostolado, tal vez pertenecemos a grupos de oración o de alguna otra índole, pero en nuestro interior ¿realmente somos fieles a Dios? ¿somos verdaderamente sus discipulos? ¿nos damos el tiempo necesario para despejar nuestra mente del mundo exterior y escuchar la Palabra de Dios que nos lleve a esa Verdad que nos libera?

Cierto es que estamos llenos de buenas intensiones que terminan por ser solo el inicio de propósitos que nunca llegan a consolidarse como un compromiso de Amor... Sé que hay quienes se mantienen en la gracia maravillosa que es COMULGAR con Dios, que son fieles y corresponden a ese Amor atravez de acciones concretas en su vida.

Yo, como algunos otros, batallo para perserverar en esa relación con Dios. En la parte del Evangelio donde dice " sin embargo tratan de matarme porque no creen en mis palabras", con la gracia de Dios puedo ver que he tratado de matarlo con mis acciones, si... matar a Dios que esta dentro de mí, matar la voz que me dice... me grita que hay cosas que no debo hacer, consenir o hasta prestarles atención...puedo ver que he tratado de matarlo en personas cercanas a mi, en acontecimientos, en omisiones...

Sin embargo, Jesús en sus palabras me da la oportunidad de ser verdaderamente libre; eso que he buscado como la hija pródiga atravez de caminos erroneos.

Por eso hoy me pongo en sus manos, reconozco que he caido muchas veces en el pecado pero también sé que solo Él puede librarme de esa esclavitud, pues día con día me muestra la verdad en mi corazón (y en mi conciencia también); hoy quiero serguir esa verdad y dejarme envolver en el Amor que me acoge como Hija en la casa del Padre.
Dios ha tocado mi corazón de nuevo y me demuestra que no me abandona. Gracias Señor, yo quiero corresponder a tu Amor.

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